La aplicación de la tecnología en los edificios está permitiendo desarrollar espacios que son mucho más eficientes y respetuosos con el medio ambiente y que, además, también presentan ventajas importantes en la forma en que las personas se relacionan con su entorno más inmediato. En este sentido, los sistemas de control de iluminación son uno de los elementos que más influyen el desarrollo de este tipo de inmuebles, ya que mejoran la eficiencia energética y reducen el coste económico de su iluminación. Pero es que, además, su utilización presenta beneficios que van mucho más allá de estas funciones, afectado de forma importante al ser humano y a las actividades que este desarrolla en interiores.

¿Qué son los sistemas de control de iluminación?

Al hablar de sistemas de control de iluminación se está haciendo referencia a una solución usada con todo tipo de tecnologías lumínicas y que permiten controlar, de forma práctica, sencilla y personalizable, cualquier sistema de iluminación artificial.

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Por lo general, estos sistemas se han concebido únicamente para llevar a cabo las tareas propias del control (por ejemplo, el encendido y apagado de las luces, control horario, etc.). Sin embargo, gracias a soluciones innovadoras como Simon Scena o Simon Sense, se puede utilizar el control de la iluminación para crear efectos para dotar determinadas zonas de atmósferas concretas, lo que permite crear sensaciones y ambientes determinados según lo que se esté buscando en cada momento.

sistemas de control de iluminación

Ventajas de los sistemas de control de iluminación 

La instalación de sistemas de control de iluminación tiene muchos beneficios en los edificios. Algunos de los más destacados son los siguientes:

  • Aprovechan la iluminación natural: Una de las principales ventajas de contar con sistemas de control de iluminación en un edificio es que permiten aprovechar mejor la iluminación natural. Esto se consigue gracias a sensores que detectan en todo momento la cantidad de luz presente en una estancia o ambiente concreto. De esta forma, el sistema de control de iluminación adapta la luz artificial de forma acorde a la luz natural que ya está presente en el interior de la estancia, consiguiendo la cantidad y calidad de luz perfecta en cada ocasión.
  • Usan energía solo cuando es necesario: Así mismo, otra ventaja fundamental de contar con sistemas de control de iluminación es que el uso de la iluminación artificial se adapta solo a los momentos en los que es necesaria. Esto se consigue gracias a sensores de presencia que detectan si hay personas en un espacio determinado y, en consecuencia, adaptan la iluminación a las necesidades. Es decir, solo se activan las luminarias correspondientes en el caso de que haya personas que vayan a hacer uso de esa luz. De lo contrario, las luminarias permanecen apagadas. Además, estos sistemas de control también permiten la utilización de calendarios lumínicos, lo que permite adaptar la cantidad y tipo de iluminación de forma preprogramada y optimizar al máximo la energía usada. De esta forma se mejora de forma considerable la eficiencia energética del edificio.
  • Ahorro económico: Otra de las ventanas de los edificios que instalan sistemas de control de iluminación es que esto implica un ahorro económico considerable. Al controlar la iluminación acorde a la luz natural presente, así como a la presencia o no de personas en las distintas estancias, solo se utiliza la energía necesaria en los momentos concretos en los que esta se demanda. En consecuencia, el consumo se reduce de forma considerable, aunque sin por ello la experiencia del usuario pierda calidad. De esta forma, se produce un ahorro económico importante derivado de un uso menor de electricidad en la iluminación artificial.
  • Protegen el medio ambiente: Otra de las consecuencias directas tanto del mejor aprovechamiento de la iluminación natural como del ahorro energético que implica la instalación de sistemas de control de iluminación es la protección del medio ambiente y del planeta. Al consumir menos energía, la huella de carbono de los inmuebles que cuentan con este tipo de instalaciones es menor, lo que redunda en un impacto mucho más sostenible y responsable.
  • Prolongan la vida útil de las luminarias: Como no podía ser de otra forma, otra de las ventajas que implica disponer de este tipo de sistemas de control en el alumbrado es que aumentan la vida útil de las luminarias. Al reducir su utilización únicamente a los momentos necesarios y hacerlo de un modo mucho más adecuado a las circunstancias, la vida útil de las bombillas y el resto de luminarias se alarga en el tiempo considerablemente, lo que redunda tanto en más ahorro económico como en menor generación de residuos y mayor comodidad para los usuarios y equipos de mantenimiento.
  • Aumenta la productividad: Más allá del ahorro y la eficiencia energética, la instalación de sistemas de control de iluminación también es beneficioso a la hora de aumentar la productividad (por ejemplo en oficinas). Esto se consigue gracias a la utilización de luz biodinámica que se adapta a los ciclos circadianos naturales, lo que favorece la actividad o no de las personas en determinados entornos. De esta manera, cuando se utiliza luz biodinámica en los entornos laborales, la productividad de los trabajadores aumenta.
  • Espacios adaptados y personalizables: Finalmente, otra de las principales ventanas que se deriva de la aplicación de sistemas de control de iluminación en edificios como hoteles y oficinas es la capacidad de personalizar los espacios según las necesidades y demandas de cada momento. Los sistemas de control de iluminación permiten crear atmósferas y ambientes determinados según las preferencias y momentos. Una de las formas para hacerlo es la utilización de distintos colores en la iluminación, lo que se consigue con luminarias como las tiras de LED. Esto permite adaptar los espacios acorde a las influencias que los colores e intensidades tienen en los estados de ánimo y actividades. De esta forma, se puede disponer de espacios multifunciones y completamente personalizables según aspectos como las personas que los utilizan, las horas del día o de la noche, o según los eventos o actividades que se vayan a realizar.

¿Qué es un edificio inteligente? 

Los edificios inteligentes son edificios que incorporan sistemas y equipamiento destinado a mejorar su eficiencia energética, el confort de las personas que los utilizan, además de la seguridad en términos generales.

Cualquier edificio puede ser un edificio inteligente si cuenta con los dispositivos necesarios para ello (por ejemplo, conectado distintos objetos a la red gracias al uso de IoT). Sin embargo, existen dos tipos de edificios donde su implantación tiene un mayor impacto: hoteles y oficinas.

Esto se debe, principalmente, al gran número de personas que hacen uso de este tipo de inmuebles. Los hoteles son edificios que, además de ofrecer alojamiento a un número elevado de clientes, también debe hacerlo en las mejores condiciones de confort posible, lo que solo puede conseguirse a partir de la implementación de sistemas inteligentes que mejoren las instalaciones. Así mismo, las oficinas son espacios de trabajo donde los empleados pasan la mayor parte de su jornada laboral. En consecuencia, esto también implica la necesidad de mejorar tanto el confort como la eficiencia energética de estos inmuebles, puesto que son lo que mayor impacto tienen en conjunto.

Uno de los aspectos fundamentales de cualquier edificio inteligente es el impacto energético que representa. En este sentido, los edificios inteligentes son aquellos que instalan equipos y dispositivos que les permiten hacer un uso más eficiente de la energía que consumen y, de todos estos sistemas, uno de los más importantes es el sistema de control de iluminación, ya que, junto a la climatización, representa el principal consumo energético del inmueble.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que la implantación de sistemas que mejoren la eficiencia energética de los edificios está muy regulada. Es decir, no vale con instalar cualquier dispositivo que, en términos generales, sirva para reducir el consumo energético, sino que dichos dispositivos deben haber sido debidamente evaluados por las autoridades competentes en la materia. En este sentido, por ejemplo, al hablar de sistemas de control de iluminación, es indispensable que estos cumplan con lo establecido en el Código Técnico de la Edificación (CTE). El CTE establece una serie de requerimientos para los sistemas de control que son los que garantizan que dichos dispositivos tienen el impacto deseado a la hora de mejorar la eficiencia energética del edificio en donde se instalan. Entre otros aspectos, el CTE establece que se deben incorporar sensores de luz que detectan la luz natural y, de este modo, aprovecharla o regular la luz artificial en función de la luz natural procedente del exterior presente en cada momento.

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¿Cómo funcionan los sistemas de control de iluminación? 

El funcionamiento de los sistemas de control de iluminación depende del tipo de dispositivos con los que se cuente en cada caso. Es decir, se pueden encontrar diferentes sistemas de control de la iluminación y, especialmente, cabe distinguir los sistemas tradicionales o no automáticos (por ejemplo el interruptor de encendido y apagado) de los sistemas automáticos (por ejemplo un dispositivo que detecta la cantidad de luz natural en el ambiente y regula la luz artificial de las luminarias acorde a dicha cantidad).

Algunos de los dispositivos más importantes que constituyen los sistemas de control de iluminación son los siguientes:

  • Interruptor de atenuación o Dimmer: La atenuación de la iluminación consiste en controlar la cantidad de luz que emiten las luminarias, lo que se hace en referencia tanto a la luz ambiental como acorde a la situación de cada momento. Su uso permite la creación de escenas, es decir, atmósferas concretas que se adaptan a las demandas lumínicas de cada momento.
  • Controlador LED RGB: Se trata de un dispositivo que permite el control del color de la luz emitida por las luminarias. Esto permite adaptar las tonalidades a cada situación, tanto si se desea una atmósfera más relajada como si se quiere una destinada a fomentar la actividad laboral, por ejemplo.
  • Sensores de presencia: Los sensores de presencia detectan cuándo hay personas o no en una habitación o estancia. De esta forma, cuando la habitación está vacía, se puede prescindir del uso de luz artificial, ya que no es necesaria para la realización de ninguna actividad.
  • Sensores de luz natural: En este caso, se trata de sensores que detectan la luz natural en interiores procedente del exterior. De esta forma, se calcula la cantidad y tipo de luz artificial que es necesaria para conseguir la atmósfera adecuada en cada momento, siempre, compensando este uso de la luz artificial en proporción a la presencia de luz natural.
  • Temporizadores: Sirven para controlar el tiempo de uso de los distintos dispositivos asociados a los sistemas de control de iluminación.

Tipos de sistemas de control de iluminación 

Sin embargo, más allá de los dispositivos individuales, al hablar de sistemas de control de iluminación se hace referencia al conjunto de la instalación conformada por diversos dispositivos que modulan la iluminación del entorno acorde a las necesidades concretas de cada momento o situación.

Algunas de las soluciones de Simon respecto a sistemas de control de iluminación son las siguientes:

  • Simon SCENA: Gracias a Simon SCENA, tanto la reprogramación como la activación del alta de las luminarias en la red puede hacerse directamente en la consola Touch Light Manager. Además, en el caso de que se produzca algún problema o incidencia en alguna de las luminarias de la red DALI, esta aparecerá en la pantalla de la consola, simplificando con creces su reparación. Además, también hay que tener en cuenta que Simon SCENA es compatible tanto con DALI DT6 y DALI DT8. Esto permite crear atmósferas y ambientes diferentes y guardarlos en la consola para poder reproducirlos de forma automática cuando sea necesario. Además, gracias a la aplicación de los calendarios lumínicos, se podrán adecuar las distintas escenas acorde al momento del día o de la noche y mejorar la eficiencia energética del edificio.

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  • Simon Sense: Otra de las soluciones de Simon es Simon Sense, uno de los sistemas de control de iluminación que más útil puede resultar en multitud de edificios, incluidos los hoteles inteligentes. Simon Sense es una solución integral que se adapta de forma fácil e intuitiva a todas las necesidades que los usuarios puedan necesitar. Desde los mandos de control, se pueden activar o desactivar las funciones asociadas. Permite controlar la iluminación y la atenuación de una estancia de forma sencilla mediante control deslizante y, además, los LED autorregulables mantienen el nivel mínimo durante la ausencia de presencia. Por otro lado, gracias al night mode, se respeta el confort del usuario durante períodos de descanso. Además, Simon Sense es personalizable, lo que ayuda a que se integre perfectamente en cualquier ambiente y acorde a las demandas concretas de cada utilidad.

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  • Regulación DALI: La regulación DALI (Digital Address Lighting Interface) es un protocolo de iluminación que complementa el sistema Simon SCENA y que se adapta perfectamente a la hora de regular la iluminación con diferentes atmósferas, lo que tiene importantes aplicaciones cuando se necesitan espacios flexibles y multifuncionales. La regulación DALI está muy extendida, por ejemplo, en edificios de oficinas aunque, cada vez con más frecuencia, también se puede ver en otros sectores, como puede ser el hotelero o, incluso, en inmuebles residenciales. En un sistema de iluminación DALI todas las luminarias están conectadas entre sí gracias a un bus de comunicaciones, y todas ellas son identificadas dentro de la propia red DALI. Esto permite la creación de grupos independientes de funcionamiento.