Un interruptor automático es un dispositivo de seguridad que se emplea para proteger las instalaciones eléctricas ante excesos de corriente que pueden originarse en sobrecargas o cortocircuitos interrumpiendo la corriente eléctrica, previniendo de este modo potenciales incendios o daños a los equipos eléctricos.

Presentan dos mecanismos de protección en su interior:

• Térmico de respuesta lenta que protege ante sobrecargas. Consiste en una lámina construida con dos metales de distinto coeficiente de dilatación que se deforma debido al calor producido por el paso de la corriente. Es un proceso lento por lo que es apropiado a responder a la sobrecarga de corriente.
• Magnético consiste en una bobina enrollada sobre un núcleo de material magnético (electroimán). Si la corriente es lo bastante intensa, el núcleo acciona el mecanismo y el interruptor se abre. Esto ocurre rápidamente por lo que esto es apto para responder a cortocircuitos.

(Fuente Schneider Electric)

Presentan dos mecanismos de protección en su interior:

¿Cuáles son los parámetros básicos para la elección de los interruptores automáticos?
• Número de Polos: Número de fases y/o neutro que tenemos que conectar.
• Intensidad nominal: Es la intensidad que no se debe superar en funcionamiento normal.
• Poder de Corte: Es la máxima intensidad que es capaz de despejar el interruptor. Para escoger este poder de corte debemos conocer la intensidad máxima de cortocircuito que circulará en el punto dónde se instalará el interruptor.
• Curva de disparo marcan el tiempo que tarda en “saltar” el interruptor en función de la intensidad de defecto que se detecta

◦ Curva B → 3 – 5 x In
◦ Curva C → 5 – 10 x In (el más habitual)
◦ Curva D → 10 – 20 x In (usual en motores de arranque directo/transformadores)
◦ Curva K → 8 – 12 x In
◦ Curva Z → 2 – 3 x In (usado en circuitos electrónicos)

• Normativa vigente en el país dónde se instalará el aparato En la proteccion magnetotérmica también hablamos, como en el caso de los interruptores diferenciales, del concepto de selectividad. Decimos que existe selectividad cuando los diferentes elementos de protección se combinan entre sí consiguiendo que en el caso de eventuales incidencias de la instalación, los componentes de protección más próximo a dicho defecto aislarán el fallo de manera que no provoque la interrupción del suministro de energía al resto de los componentes de la instalación.